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RECURSOS

¿Quién puede dirigir la Iglesia de Cristo? (2a parte) - Tito 1:5-9

5 Por esta causa te dejé en Creta, para que corrigieses lo deficiente, y establecieses ancianos en cada ciudad, así como yo te mandé;

6 el que fuere irreprensible, marido de una sola mujer, y tenga hijos creyentes que no estén acusados de disolución ni de rebeldía.

7 Porque es necesario que el obispo sea irreprensible, como administrador de Dios; no soberbio, no iracundo, no dado al vino, no pendenciero, no codicioso de ganancias deshonestas,

8 sino hospedador, amante de lo bueno, sobrio, justo, santo, dueño de sí mismo,

9 retenedor de la palabra fiel tal como ha sido enseñada, para que también pueda exhortar con sana enseñanza y convencer a los que contradicen.


La principal preocupación del Nuevo Testamento con respecto al liderazgo de la Iglesia se relaciona con los hombres que son adecuados para el oficio. El primer requisito que esta lista menciona es que un anciano (obispo o pastor) debe ser “irreprensible”.


Esta palabra significa “sobre el reproche". No quiere decir que un pastor sea perfecto. Lo que significa es que no debe haber ninguna gran mancha en su vida que otros puedan señalar. Es necesario que el pastor sea irreprensible, porque es el representante oficial de Dios. Es solo un supervisor y “administrador de Dios" (v. 7). El pastor debe representar a Dios, a quién tendrá que darle cuenta de su labor (He 13:17).


El ser irreprensible es un término general que abarca toda la serie de requisitos que Pablo nombra a continuación. El primero de ellos es que sea irreprensible en la familia. Este involucra dos aspectos.


1) Con respecto a su esposa:

El pastor debe ser “marido de una sola mujer”. Un pastor debe ser hombre, no puede ser mujer. La palabra “anciano” es masculina, lo mismo que la palabra “marido”, y, por consiguiente, tiene como esposa a una mujer.


Además, el pastor debe tener una vida matrimonial ejemplar, fiel a su única esposa. El ser marido de una sola mujer involucra ser fiel, específicamente en la vida sexual. Un pastor debe vivir con pureza sexual y fidelidad hacia la única esposa que Dios le ha dado. Esto implica tener una buena relación matrimonial. Nadie tiene un matrimonio perfecto. Pero si el pastor, o un aspirante a serlo, tiene problemas en este aspecto, debe solucionarlos. Un pastor debe amar a su esposa como Cristo amó a la Iglesia (Ef 5:25).


La manera en la que un pastor trate a su esposa importa mucho, ya que este va a cuidar de la esposa de Cristo (la iglesia). Un pastor que ama a su esposa como Cristo amo a la Iglesia es irreprensible en su vida matrimonial.


2) Con respecto a sus hijos.

El versículo dice que una cualidad de un pastor irreprensible es que “tenga hijos creyentes que no estén acusados de disolución ni de rebeldía”. Esto significa que un anciano debe ser un padre ejemplar.


El requisito que se requiere para un pastor es que sus hijos sean fieles o confiables en la casa, no salvos. Un pastor tiene la responsabilidad de enseñarles el evangelio a sus hijos y ser un modelo espiritual para ellos. Pero un padre no puede cambiar el corazón de sus hijos, solo Dios lo puede.


Aunque no se le puede requerir a un pastor que sus hijos sean salvos, estos sí deben ser respetuosos, obedientes, confiables y sumisos (1 Ti 3:4-5). Los hijos de un pastor no pueden ser acusados de llevar una vida desordenada o de rebelarse a la autoridad de sus padres.


Tanto ser padre como ser anciano tiene el propósito de guiar a las personas hacia la madurez. Un pastor debe saber pastorear primero a su familia, para poder pastorear después la familia de Dios. Un anciano (pastor u obispo) debe ser un padre ejemplar que obedece a lo que la Biblia dice con respecto a la crianza de los hijos (Ef 6:4).


La medida clave para evaluar la forma en que un hombre gobierna su casa consiste en la conducta de sus hijos. Cualquier hombre incapaz de gobernar amable y seriamente a sus hijos no es apto para gobernar la iglesia.


Al parecer, y casi con toda seguridad, en las primeras iglesias, los ancianos eran nombrados entre aquellos esposos y padres ejemplares. Por lo tanto, una buena mirada a la vida familiar de un pastor dirá mucho acerca de su carácter y capacidad de liderazgo dentro de la iglesia.


Versículos relacionados con el tema:

1 Ti 3:1-2, 14-15, He 13:17, Ef 5:25, Lc 12:42,15:13, 1 Ti 3:4-5, Ef 6:4

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